Jóvenes Radicales de la Provincia de Buenos Aires
Noviembre de 2008
Ninguno de nosotros ignora que allá hace más de un siglo se dio una muy seria y valiente quijotada. Una que resquebrajó el viejo sistema oligárquico, que utilizando el repudiable método del fraude, usurpaba la voluntad del pueblo. Que se resguardaba en los artículos de una Constitución sistemáticamente violentada...
No es necesario narrar los tremendos episodios, que entre el humo de la pólvora y los disparos, desde los cantones revolucionarios y las defensas castrenses del gobierno, marcaron el inicio de una corriente política de raíces puramente cívicas. El surgimiento de nuestra razón de ser como los defensores de la democracia, de la conducta ética, de la honestidad, del progreso social y de los derechos humanos, de la vida y de la paz.
“Nuestra misión no es la ocupación de los gobiernos, sino la reparación cardinal del origen y sistema de ejercicio de ellos como el único medio para establecer la moralidad política, las instituciones de la república y el bienestar general” así Yrigoyen se expresaba al rechazar el ministerio de Instrucción Pública en la época de Luis Sáenz Peña.
Y repetidamente los grandes cuadros de nuestro partido continuaron consumando esta obra, logrando una renovación dentro de esa continuidad siempre existió quien sacudiera este partido cuando amenazó con estancarse, lo hicieron Lebensohn, Larralde, Balbín, Illia, Alfonsín, entre tantos otros que han dado su vida política y terrenal por la causa radical.
Se nos llena el pecho de nostalgia y orgullo cuando releemos las páginas de los momentos históricos de la Unión Cívica Radical, y los avances que ellos han implicado para nuestro país.
Pero al mismo tiempo, somos conscientes del lugar en el que nos encontramos hoy como partido y como jóvenes militantes de este centenario partido. Es por eso que reclamamos nuestro papel trascendental en la Unión Cívica Radical.
Somos jóvenes radicales y vivimos en la Provincia de Buenos Aires. Habitamos y militamos en el distrito más grande e influyente del país. Sabemos que sin un radicalismo fuerte en la Provincia de Buenos Aires, el futuro de nuestro partido no augura éxitos ni grandes triunfos. Desde este lugar vemos tristemente como nuestro viejo y querido radicalismo se ha reducido a la más mínima expresión en nuestra provincia. Ello se debe sin dudas a errores propios del partido y aquellos que lo integramos. Momentos históricos determinados y que no nos han acompañado, así como errores en la toma de decisiones.
Pero no debemos detenernos de ningún modo a buscar culpables, sino que debemos concentrarnos en trabajar fuerte y decididamente con el objetivo de crecer. Nuestra mirada joven debe estar puesta en el futuro, sin descuidar el presente ni olvidar el pasado.
Es en la Juventud Radical, órgano de base militante, espacio formador de los dirigentes del futuro, donde encontramos un escenario de triste, clara y lógica consecuencia de nuestra debilidad partidaria. Con la fragilidad de la unidad partidaria se ha lesionado gravemente nuestra institucionalidad. Al punto de estar completamente desnormalizada por no renovar sus autoridades hace ya demasiados años, dejándola así fuera de la orgánica nacional y de las discusiones dentro de la estructura partidaria provincial.
Es por ello que como jóvenes militantes no podemos ni debemos permitir que la Juventud Radical de la Provincia de Buenos Aires siga transitando su camino separado de la institucionalidad y de la organización orgánica.
Necesitamos sin dudas empezar a construir, desde los cimientos, una organización juvenil orgánica y dinámica, con representatividad real, a través de la elección de sus autoridades por medios limpios y cristalinos. Este será, sin dudas, el único punto de partida admisible para que el resultado sea positivo.
Este proceso debe darse respetando las decisiones de cada distrito, generando una estructura representativa de abajo hacia arriba. Del distrito a la sección y de la sección a la mesa provincial. Logrando así que el conjunto de los jóvenes radicales se sientan representados por aquellos que tengan la responsabilidad de conducir el proceso de reafirmación de nuestra organización en la provincia.
Este grupo de jóvenes también deberá dar grandes debates y discusiones sobre la reforma y modernización de nuestro estatuto, la participación de la Juventud en las mesas de mayores, las políticas sociales a tomar, el afianzamiento como órgano partidario y a su vez delinear las estrategias de crecimiento territorial en la Provincia.
Lograr esto no es tarea fácil ni debe serlo. Debemos para avanzar en ese sentido luchar todos juntos, sin banderías internas, ni ambiciones personales. Sin mandatos verticalistas, sin rencores ni personalismos, caminando codo a codo en esta gran empresa que es la reconstrucción de nuestra Juventud.
Es por esto que invitamos a todos ustedes, jóvenes militantes de la Provincia de Buenos Aires, a sumarse a esta labor. Sabemos que será dura y difícil, sabemos que no será un camino fácil de recorrer, pero estamos convencidos que vale la pena recorrerlo. Las satisfacciones que ello nos traerá en términos individuales no llegarán a ser comparables con el aporte que le estamos haciendo a nuestro partido y a través suyo a nuestra Provincia.
Somos una generación nacida en democracia y como tales debemos defenderla como se defiende la vida. Porque veinticinco años de democracia ininterrumpida no es poco, y debemos tomar su bandera y plantarla para siempre. Somos quienes imaginamos una realidad diferente, con una educación de calidad que garantice la inclusión y el desarrollo; en el que se defienda la igualdad; en el que exista la libertad; donde el diálogo y la tolerancia ocupen un lugar central en desmedro del populismo y el clientelismo, del autoritarismo y del deterioro de las instituciones.
Tenemos el compromiso militante de hacerlo. Elegimos al Radicalismo como partido y a la honestidad como estilo de vida. Por ello estamos prestos a unirnos y trabajar, para dar forma a esta idea superadora que lleve a la Juventud Radical, y al partido todo, al lugar de privilegio que nunca debió haber abandonado.
Radicales Adelante
Jóvenes Radicales de la Provincia de Buenos Aires
