Opinión

La Plata, 10 de julio de 2008


Nuestro país vive días complejos, una crisis nos viene azotando como sociedad hace más de 100 días. Muchos la llaman la crisis del Agro, la rebelión del campo, yo creo que viene por otro lado el tema.
Sin lugar a dudas el gran disparador fue la medida resuelta por nuestra Presidenta allá por marzo, donde decidía elevar el nivel de retenciones a los sectores agropecuarios. Y dentro de esta frase previa se plantean algunos interrogantes difíciles de ignorar... ¿Fue Cristina Fernández quien tomó la decisión? ¿Cuál era el fin de elevar esa tasa? ¿El destino de las retenciones? Entre otras...

Sin irnos del tema que me interesa abordar en estas líneas; las retenciones al agro y su pronta, y no menos ruidosa, respuesta desembocaron en el blanqueo de muchas cuestiones que hace 5 años vienen dándose en un segundo plano. Autoritarismo, imposición de ideas, ahogamiento fiscal, falsedades por parte del Estado, patoterismo encubierto, financiamiento de grupos acólitos K por parte del Estado, entre otros. Los cacerolazos que surgieron como respuesta a esta medida, no fueron por la medida en si misma, sino por el autoritarismo y la demostración de prepotencia que la misma llevaba consigo.

Y es a ese punto a donde quiero apuntar. Es claro que los cortes de ruta, con todas las críticas que puedan traer consigo, fueron la reacción en un primer momento espontánea de aquellos que vieron su forma de vida y subsistencia afectada. Pero los cacerolazos en los centros urbanos surgieron por motivos muy diferentes. Mucha de la gente que se reunía en las avenidas de Córdoba, de Mendoza, de Capital Federal, de mi misma La Plata, ni siquiera sabía en ese momento lo que una retención quería decir. Se quejaban porque estaban (y están) hartos del manejo indiscriminado de los aparatos estatales por parte de un grupo de poder, que a fuerza de grandes cantidades de dinero de dudosa precedencia, viene conduciendo los destinos del país como si de su firma de abogados se tratase. Estamos en el año 2008, las formas de militancia y de política de los 70's deberían haber quedado atrás hace 30 años por lo menos...

Siguiendo con las interrogantes que deja abiertas este proceso, me surgen algunas más...

¿Cuál es el rol de radicalismo en esta cruzada pro/anti- retenciones?

¿Cómo logramos develar las cuestiones de fondo?

¿Cómo hacemos para no quedar una vez más esclavos de una interna peronista?

Me tranquiliza en cierta medida el nivel de reacción del Comité Nacional, encabezado por el Senador Gerardo Morales, quién ha tenido y sigue teniendo en estos días un rol trascendental en el delineamiento de las posturas opositoras en el senado, así como Oscar Aguad y el Bloque de Diputados en su conjunto planteó el fin de semana pasado.

Pero esto mismo me pone a pensar que una vez más reaccionamos. Reaccionamos, no accionamos.

La respuesta es buena en este caso. Pero todavía nos sigue faltando la acción que genere respuesta en los demás.


Juani Belbis
JR La Plata

0 comentarios: